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El tiempo de Dios para llegar al faraón: serie sobre José

By 16 July 2021September 4th, 2021Artículos

Buenas noches y bienvenidos. Estoy contento de que podamos estar juntos en la presencia del Señor y de poder compartir Su palabra.

Estamos en una serie sobre la vida de José y llegamos a la tercera parte. En el segundo video prometí que iba a hablar sobre el paralelismo entre lo que atravesó Jesús en su paso por la tierra como hombre, y lo que tuvo que atravesar José.
Por ejemplo, José fue perseguido por sus hermanos. Jesús también fue un poco perseguido por su propia familia; debe decir pero quiénes son mis hermanos, son aquellos que hacen la voluntad de mi padre. Luego José es vendido por sus hermanos, como Jesús fue vendido por uno de sus discípulos, por Judas. José fue vendido por 20 piezas de plata; el mismo precio que se pagaba por un esclavo. Y a Jesús se lo vendió por treinta piezas de plata. Por Jesús se pagó un poco más, pero ese dinero se quedó en el templo, luego de que Judas tomó conciencia de lo que había hecho, antes de suicidarse.

Los dos, José y Jesús, vestían una túnica de gran precio aunque los motivos eran diferentes. El padre de José le había comprado a su hijo una túnica de gran precio, y Jesús también tenía una túnica muy costosa; a tal punto que los soldados romanos en el momento de la crucifixión echaron suertes para ver quién se la quedaría. De la misma manera, la túnica de José había sido arrancada por sus hermanos y entregada a su padre manchada de sangre para fingir su muerte.

José fue traicionado por sus hermanos que lo vendieron como esclavo, sin poder defenderse. El Señor Jesús, aunque era inocente, era objeto del odio de los sacerdotes judíos, quienes celosos de Él, terminaron librándolo a las autoridades del imperio romano. 

Con José pasó algo parecido cuando estuvo ante la mujer de Potifar, quien lo engañó y mintió para guardar su prestigio ante su esposo. En los dos casos fue una cuestión política de fondo. Y aún hoy escuchamos historias semejantes.

Y José está ante dos personas a quienes revela sus sueños, entre quienes uno de ellos termina ejecutado y el otro, termina trabajando nuevamente para el rey. 

En el caso de Jesús, Él se encuentra en la cruz con dos personas, uno de ellos quien lo reconoce como el Señor y al que promete que estará con Él en el paraíso y el otro, quien no reconoce al Señor.

José alimenta al clan de la familia de Jacob y los libra de la hambruna. Jesús, no es solamente el salvador del pueblo de Israel, sino de toda la humanidad.

Un último paralelismo: José comenzó a los 30 años como primer ministro, exactamente a la misma edad en que Jesús había comenzado su ministerio.

José, después de casarse con una egipcia tiene un hijo, a quien le da por nombre “salvador del mundo”, y Jesús es el verdadero Salvador del mundo. 

Con esto quería mostrarles algunas similitudes entre ambas personas. Ahora pasamos al libro de Génesis 41, y ahí vamos a ver lo que el Señor hace con José:

Aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un sueño. Le parecía que estaba junto al río; y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado. Y que tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río;

y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón.

Se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña, y que después de ellas salían otras siete espigas menudas y abatidas del viento solano; y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Faraón, y he aquí que era sueño. Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios; y les contó Faraón sus sueños, mas no había quien los pudiese interpretar a Faraón.

Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón, diciendo: Me acuerdo hoy de mis faltas.

Cuando Faraón se enojó contra sus siervos, nos echó a la prisión de la casa del capitán de la guardia a mí y al jefe de los panaderos.

Y él y yo tuvimos un sueño en la misma noche, y cada sueño tenía su propio significado.

Estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán de la guardia; y se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, y declaró a cada uno conforme a su sueño.

Y aconteció que como él nos los interpretó, así fue: yo fui restablecido en mi puesto, y el otro fue colgado.”


Nos detenemos aquí. Ahí vemos la ingratitud de este servidor con José. Es prácticamente imperdonable, pero fue permitido por Dios este olvido. Y muchas veces hay olvidos que son permitidos por Dios. A mí me pasa muchas veces.

José había revelado su sueño y él se olvidó, pero Dios estaba preparando algo. 

Fue necesario que José permanezca en prisión dos años más. Después de ese sueño de Faraón, empieza algo importante para José. El faraón llama a todos los magos, los expertos, astrólogos, videntes, etcétera; para que le revelen su sueño. El gobierno estaba listo para escucharlos. Como pasa hoy en día con nuestros gobiernos que consultan a personas que practican el ocultismo para saber sobre el futuro del país. 

Y el faraón les comparte su sueño, y ellos empiezan a pedirle a sus dioses que les revelen el sueño.

¿Sabe cómo hacen ellos? Ellos consultan con anterioridad, como aquella conocida como Madame Soleil, quien hacía preparar un informe de las personas que llamaban a la radio con anterioridad, y que luego les hacía creer que era ella quien realmente conocía a través de sus videncias el estado civil de sus pacientes, cuando en realidad esto era mentira. 

Pero también conozco falsos profetas carismáticos que profetizaban. Uno de ellos lo hizo con mi hijo, y tenía todo un sistema armado para engañarlo. 

Volvamos con el faraón. Su equipo de astrólogos y expertos estaban tan impresionados por sus sueños que terminan diciendo que no podían darle una respuesta. Y es ahí cuando su servidor aparece y le dice “mire, yo conozco a un tal José”, quien va a ser llamado por el rey.

Y en el capítulo 41:14, leemos: “Entonces Faraón envió y llamó a José. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudó sus vestidos, y vino a Faraón”. 

Los judíos estaban acostumbrados a usar la barba, pero los egipcios debían rasurarse y José debía presentarse conforme a la costumbre. Ellos dejaban crecer su barba o su cabello solamente cuando alguno de los suyos moría, para mostrar el dolor. 

Y José se prepara, “Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón”.

Él reconoce que es Dios quien va a revelarle el sueño y no él. Tiempo atrás hubo un profeta llamado Daniel, quien fue cautivo por los babilonios en el tiempo de Nabucodonosor. Vamos a Daniel 2:1:

En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño. Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey. Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño. Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea: Rey, para siempre vive; di el sueño a tus siervos, y te mostraremos la interpretación. Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo olvidé; si no me mostráis el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán convertidas en muladares. Y si me mostrareis el sueño y su interpretación, recibiréis de mí dones y favores y gran honra. Decidme, pues, el sueño y su interpretación. Respondieron por segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le mostraremos la interpretación. El rey respondió y dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el asunto se me ha ido. Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia hay para vosotros. Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo. Decidme, pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su interpretación. Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo. Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne. Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia. Y se publicó el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos”.

Pero veamos lo que ocurre en el verso 27: “Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación?Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama..”.

Y ahí vemos lo que dice Daniel, que es solamente Dios quien puede darle una respuesta. 

Pero volviendo a José, él también dice que no es él; sino que Dios va a darle una respuesta y a revelarle su sueño. Verso 16: “Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón. Entonces Faraón dijo a José: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río; y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado. Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en fealdad en toda la tierra de Egipto. Y las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gordas; y éstas entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubiesen entrado, porque la apariencia de las flacas era aún mala, como al principio. Y yo desperté. Vi también soñando, que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y hermosas. Y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del viento solano, crecían después de ellas; y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas; y lo he dicho a los magos, mas no hay quien me lo interprete. Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo; Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer. Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo. También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre. Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha mostrado a Faraón. He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra”.

Esa es la explicación que José le da a Faraón. Él le aclara que solamente Dios puede revelarle eso y no su equipo de magos y adivinos.

José pone en riesgo su vida al decir eso al Faraón. Él podría haber muerto por hablarle de esa manera, porque era solamente un esclavo y debía someterse. 

Pero lo que aprendimos es que ese faraón no era realmente egipcio de origen, porque 200 años atrás hubo un pueblo de guerreros sirios que habían invadido el país y que fueron formados para ocupar posiciones de autoridad. Y este hombre sin ser hebreo, tenía respeto por los hebreos, porque era un pueblo que vivía como nómades, en situaciones difíciles; en tiendas de campaña y logran vivir con escasos recursos. 

Nosotros estuvimos con ellos mientras visitábamos Israel. Dimos un paseo en 4×4, no en camellos, y nos mostraron como hacían una fogata prácticamente sin nada; nos mostraron las plantas de las que se alimentan, como hacen el pan. Fue extraordinario. 

Y esos hombres se conocían. Y él sabía que era hebreo. 

Lo que es extraordinario es que José no tiene miedo, como Daniel, y va y dice al faraón que hay un solo Dios. Y eso muestra la falsedad de todos esos adivinos y magos, que comparten sus mentiras. Y hoy vemos incluso personas que se llaman pastores que se forman en África con ocultistas, para tener poderes mágicos e impresionar a la gente. Y eso existe, y hay muchos. Porque ellos quieren impresionar exteriormente con señales, sin cambiar el interior de la vida de las personas. Pero eso no sirve de nada. 

Solamente Dios a través de Jesucristo y de su sacrifico, puede cambiar verdaderamente a las personas a través de la obra de la cruz. Fue Dios mismo que dio a Jesús y que nos muestra que debemos morir a nosotros mismos para servir a Dios en la luz. Y esas cosas todavía hoy son practicadas en nuestros países. Cuantos malos consejos reciben los jefes de estados, que luego son dejados de lado porque fueron impulsados por calumniadores que querían obtener sus propios beneficios, por encima de los demás. 

Pero volvamos a nuestro texto. Siete años de prosperidad y siete años de hambruna. Una muestra de la bondad de Dios y luego aquellos siete años de pobreza. Pero Dios en Su gracia les avisa. Y Él utiliza a José para esto. 

El faraón dice que hay que poner a alguien para administrar correctamente los recursos durante aquel tiempo. Y Egipto ocupaba un rol muy importante a través de su río Nilo; un gran río que desborda seguido y que provoca un gran crecimiento al trigo que está alrededor. Es una suerte de granero del medio oriente. 

¿Usted sabe cuál es el granero de trigo de Francia? La Beauce y El Abri; los campos más grandes y con mejor producción. ¿Y cuál es el granero de trigo de Rusia? Ucrania, el país de Sonia. Es por eso que este país es invadido por los rusos, porque el trigo crece muchísimo. El trigo que tenemos hoy no es el mismo que había antes. Actualmente tiene 70 centímetros, si no es atacado por los vientos y tormentas. Pero normalmente el trigo crece entre 1 metro y 1,50 metros.

Cuando era niño, el trigo se cortaba a la mano y se lo metía en una máquina que lo cosechaba en ese mismo lugar y toda la gente del pueblo trabajaba en conjunto.

Pero actualmente con todas las mejoras, ese proceso ha cambiado aunque también con las modificaciones genéticas, tampoco ya es el mismo, al igual que sus valores nutricionales que ya no son los mismos de antes.

Recordemos que Belén, la ciudad donde nace Jesús, quiere decir la “ciudad del pan”. El pan era el alimento principal de ese país. En Israel ellos preparan un tipo de pan especial, con la forma del pan de tacos. 

En Israel habían hambrunas, pero no tan seguido. Sobre todo cuando no había suficiente agua en el Nilo. 

Verso 37: “El asunto pareció bien a Faraón y a sus siervos, y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios? Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú”.

Cuando usted tenga una buena idea, propóngala. Y luego le dirán que sera usted mismo quien deberá ponerla en marcha. Es un poco lo que vemos aquí. 

Es fácil proponer cosas, pero debemos llevar adelante la visión que tenemos. Porque cada uno de nosotros tiene visiones que podemos llevar adelante.

El Nilo es un río muy rico que provee de agua una buena parte del Africa del noreste y José transmite lo que Dios le había dicho. 

Una señora me llamó por teléfono y me dijo que no estaba segura de ser salva. Yo le pregunté si ella había cambiado de vida y ella me había dicho que sí. Después de preguntarle algunas cosas, me di cuenta de que realmente habían partes del Evangelio que no se le habían revelado, a pesar de que ella participaba de diferentes reuniones de la iglesia. Pero, a pesar de eso, tuvo el discernimiento y la necesidad de orar para consagrarse a Dios. Y vamos a visitarla pronto, ella vive cerca de Burdeos. 

Alguien me dijo que yo explico claramente la palabra y yo le dije que no, que es una revelación de la palabra de Dios. Cuando estuve por diferentes iglesias, yo también pasé por periodos en los que me sentía un poco confundido, como si no entendiese lo que se estaba predicando: la prosperidad, la predestinación, la risa… estaba como perdido, no entendía nada. 

Pero cuando entendemos lo que hizo Jesús por nosotros y que Él nos manda a hacer lo mismo con nuestras vidas, a morir a nosotros mismos y a tomar Su cruz y a seguirlo. Eso es todo. Es bien claro. El Evangelio es claro y entendible. Dios no creo un evangelio intelectual. 

Un pastor amigo mío me había dicho que hizo su doctorado intelectual en teología en 15 años y que le llevó varios años olvidarlo, y que en total perdió como 25 años de su vida.

A mí me llevó 20 años para comprender el evangelio de la cruz, pero yo veo que las cosas van mucho más rápido hoy. Como con Carlos, que comprendió todo en un año y se puso en marcha. Las cosas van cada vez más rápido y van a continuar acelerándose.

La palabra había sido clara para José, clara para el faraón, clara para todos. Y de la noche a la mañana el esclavo se vuelve primer ministro. 

Verso 34: “Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia. Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre. El asunto pareció bien a Faraón y a sus siervos, y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios? Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: !!Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto”.

Es impresionante como el Señor honra la vida de José, quien reconoce al Señor obrando en él. Y el faraón lo honra delante de sus servidores para mostrarle su autoridad. 

Verso 45: “Y llamó Faraón el nombre de José, Zafnat-panea; y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. Y salió José por toda la tierra de Egipto”. 

Aquí vemos que le dan a José una mujer egipcia. Una egipcia, que adora a falsos dioses. Es la hija de un sacerdote con un nombre que significa “el que adora el sol”. Tal como con Luis XIV, quien decía que él era el rey sol, y que se creía un dios, o el vocero de Dios.

Egipto estaba gobernado por la religión y el rey. Y hay varios lugares en los que estos dos poderes se comparten. Están alejados del verdadero Dios, como vemos en muchos países actualmente. 

Y José toma por esposa a esta mujer y tiene hijos con ella. En Israel es la mujer quien dona la nacionalidad. 

Pero en esta pareja, vemos que esta mujer recibe el testimonio de José y sus hijos permanecen en el Señor, y podemos ver que forman parte del linaje del Señor Jesús. Y es otra muestra de la gracia de nuestro Dios. Como también Él hace gracia con nosotros, que no somos judíos y que el Señor permite que seamos salvos. 

Debemos ser agradecidos por eso. 

Verso 46: “Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto. En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones. Y él reunió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores. Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número”.

El guarda el 20% de la cosecha de los años de prosperidad. Una gran sabiduría la de José; inspirado por el Señor. 

Verso 50: “Y nacieron a José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre”. 

A todos nos toca pasar por tiempos de dificultad en los que podemos hacernos muchas preguntas. ¿Por qué siempre a mí? ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué esto? 

José es ungido como primer ministro a sus 30 años, pero vive 13 años de dificultad. Pero esa dificultad fue utilizada como un proceso del Señor. Todo lo que él aprendió en ese tiempo de prueba le da la sabiduría para obrar luego. 

Es por eso que si en su trabajo usted experimenta la hostilidad de sus compañeros, y si usted se pone como objetivo el trabajar para el Señor, Dios va a recompensarlo a su debido tiempo; porque Dios recompensa y cuida a Sus hijos. 

A José le hicieron falta 13 años. Tal vez usted me dice, yo hace 20 años que espero. No se desespere, Dios está en el proceso. A veces luego de un año o dos, nos desesperamos y abandonamos el plan de Dios que estaba detrás de aquella prueba; y desperdiciamos nuestra vida tomando malas decisiones. 

Pero somos libres de elegir y podemos decidir voluntariamente seguir a Dios. Seguir al Señor y seremos fortalecidos, animados por nuestros hermanos y hermanas. 

Es por eso que en este tiempo de confinamiento fue muy difícil, porque estuvimos alejados de esas relaciones con los demás. 

Pero siga adelante que nunca es imposible. José había sido acusado injustamente por aquella mujer, pero él no guardo rencor ni dejó que la amargura lo llene. Él no tenía rencor tampoco con sus hermanos.

“Manasés”, Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre.

Verso 52: “Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción”. 

Esos nombres de grandes tribus de Israel: Manasés y Efraín. 

Verso 53: “Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto. Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan”.

Cuando hay un verdadero profeta de Dios, sus palabras se cumplen. Hoy no es fácil encontrar verdaderos profetas de Dios. Debemos sentir paz en nuestro corazón después de que alguien dice una profecía que viene del Señor. 

Tenemos la palabra del Señor que nos dice todas las cosas. Si queremos saber lo que el Señor tiene para nuestras vidas, debemos leer la palabra del Señor. Ahí está todo. Pero hay muchos que no quieren leer la Biblia. Hay personas que no se interesan por saber eso. No siempre vamos a tener profetas para decirnos lo que debemos hacer. 

La palabra dice que “los viejos soñarán”, pero cuantas veces nosotros los viejos tenemos sueños que se relacionan con el temor. Pero los sueños de Dios nos dan paz y tranquilidad. Debemos prestar atención a lo que vemos. Yo sé que si veo ciertas películas violentas, tengo pesadillas. Por eso debemos guardarnos y tener cuidado de lo que vemos; y guardar nuestras vidas. 

Sigamos. Verso 55: “Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan. Y dijo Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os dijere. Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía a los egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto. Y de toda la tierra venían a Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había crecido el hambre”.

El faraón reconoce a José como una autoridad, gracias a Dios que obraba a través de él. Toda aquella región fue salvada gracias a aquella visión. Es por eso que debemos seguir la visión que Dios nos da. Y no debemos guardar nuestra vida para nosotros mismos, debemos ponerla en manos del Señor; porque cuando lo hacemos somos bendecidos y cuando morimos a nosotros mismos, recibimos la verdadera vida; para nosotros, pero también para nuestras familias, para nuestra esposa, nuestro esposo, nuestros hijos. Cumplimos el plan de Dios, debemos para ello, aferrarnos a Él. 

El testimonio de la vida de José es maravilloso. Así debe ser el testimonio de cada uno de nosotros. El Señor está listo, ahora nos toca a nosotros de morir a nosotros mismos para que el Señor obre. Y Él lo va a hacer. Aleluya. 

Gracias Señor Jesús, gracias por tu palabra, gracias por esta noche. Habla a cada uno de nosotros. Te agradecemos por lo que hiciste en la vida de tu siervo José, un joven sencillo que sufrió injustamente. Pero pusiste tu mano sobre él y obraste, impulsándolo como un testimonio de bendición para toda esa gente. 

Gracias, haz lo mismo en nosotros para que también seamos un buen testimonio para todos aquellos que nos rodean; sobre todo en nuestras familias. Que puedan sentir ese cambio, y que puedan vernos parecer cada vez más al Señor Jesús. 

Bendícenos, ayúdanos a poder darte nuestras vidas y a poder perseverar, sirviéndote de todo nuestro corazón.

Bendice a cada uno en esta noche. Gracias Señor Jesús. Fortifica a mis hermanos y hermanas. Amén. Aleluya. Que el Señor los bendiga.  

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