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¿En qué tipo de iglesia se debe congregar un cristiano?

¡Hola amigos! En esta nueva serie de vídeos hablaremos sobre la iglesia. ¿En qué tipo de iglesia se debe congregar un cristiano? Conozco a muchas personas que dicen que debería ir a tal iglesia, porque el pastor es muy famoso; el lugar es espléndido; es muy cómodo. Todo es perfecto, en el más mínimo detalle. Siempre les respondo que durante 10 años he estado en una iglesia así, y que al principio todo me parecía muy bueno; pero rápidamente fui llamado a sentarme como anciano. La palabra “sentarme” no podría estar más adecuada; porque significa que ocupe un lugar. Realmente no sospeché la razón principal por la que me habían llamado.

Había dejado de lado el hecho de que yo era un hombre de negocios con varias compañías a las que les iba bien. No me di cuenta de que en última instancia, la razón de mi invitación no se debió tanto a mi comprensión de la palabra de Dios, si no más bien por el valor estimado de mis cuentas bancarias. Tan ingenuo en ese momento, me encontré en medio de una asociación de empresarios influyentes, llamada “el consejo de ancianos”. Al igual que yo, algunos eran directores generales; otros provenían de grandes compañías, y otros de Pymes, con billeteras bien surtidas. Obviamente, los criterios para seleccionar ancianos en esta iglesia, de ninguna manera reflejaban las características de los ancianos en La Biblia; peor aún, estaban tan alejados que algunos ni siquiera cumplían con los compromisos de su matrimonio, y vivían en parejas (concubinato).

Sin embargo, el grosor de su billetera prevaleció más que todo el resto y estaba prohibido abordar ciertos temas como “caminar en santificación”, “la pureza”; “la fidelidad del matrimonio”… además el pastor se había otorgado el título de “ministro de culto”, y se adjudicó con ese título un salario que lo acompañaba. Lideró al equipo con puño de hierro y aquellos que no estaban de acuerdo con él, sólo tenían una cosa que hacer… Este hombre se enojaba demasiado, y su lenguaje grosero no reflejaba el de un hombre de Dios; incluso a veces era peor que el de la gente del mundo. El papel de los ancianos se limitaba a aprobar completamente las decisiones del pastor. El objetivo de este pastor era tener una iglesia que siguiera creciendo, sin importar el estado de esa gente. Además, la prioridad era llegar preferiblemente a los grandes empresarios y a sus familias. Al llegar a casa después de estas “reuniones de ancianos”, mi esposa a menudo me veía llorar. Pero una vez, llegué a casa con una sonrisa; y ella me preguntó ¿por qué estaba tan feliz? Y le conté sobre aquella famosa reunión de ancianos.

Esa noche, el pastor había llegado al consejo con una mirada triste. Varios de nosotros le preguntamos por la razón de su tristeza. Simplemente dejó caer un paquete sobre la mesa. -“Aquí tienen mis hermanos, después de malas inversiones bancarias, la iglesia perdió 4 millones de francos, y tiene problemas de flujo de efectivo para llegar a fin de mes”. Y yo,de forma espontánea y algo ingenua, le dije al pastor: -“No importa, el Señor proveerá”; y propuse hacer una ofrenda dentro del consejo de ancianos. Enseguida, él me respondió: -“Buena idea, Jean-Louis. Hazlo tú mismo”. Y allí, frente a todos mis queridos hermanos, me embarqué en un estilo muy contable, para darles una descripción rápida de la situación financiera. Luego, use un bote de basura tirado en la habitación para recolectar donaciones. Fue un momento memorable. Recolectamos 5 millones de francos en 3 minutos.

Desde ese día, el pastor tuvo un reconocimiento y una gran admiración por mí. Por mi parte, esa experiencia me llevó a estudiar más mi Biblia, y a indagar sobre el verdadero funcionamiento de un equipo de ancianos, y su calificación en una comunidad local. Para esto, estudie en el Nuevo Testamento, el modelo de iglesia que se enseña y no lo que vemos con demasiada frecuencia actualmente: un modelo inspirado de empresas humanas, dirigidas por líderes empresariales que las convierten en sus negocios. En un próximo vídeo, veremos las condiciones que deben cumplirse para quienes aspiran a la función de “ancianos”.

Pero, quizás te preguntes “¿qué es un anciano?” No, no es necesariamente una persona de edad edad avanzada, sino una persona responsable de supervisar los asuntos de la nueva estructura de las iglesias emergentes, así como los ancianos judíos cuidaban de las sinagogas. En los tiempos de la iglesia primitiva, las congregaciones fueron fundadas por los apóstoles, y los ancianos eran responsables de dirigir la comunidad. Llevaban diferentes nombres, más o menos parecidos como “episkopos”, que puede traducirse como “obispos”; es decir, un pastor conductor, un guía, etcétera. No estaban solos. Era un gobierno colegiado en cada iglesia local. Las sinagogas eran dirigidas por un consejo de siete a nueve ancianos. La responsabilidad colegial fue también el modelo dominante de la iglesia primitiva. A lo largo del Nuevo Testamento, como en la literatura antigua; los términos antiguos como “obispos”, siempre aparecen en plural; excepto cuando el apóstol enumera las calificaciones requeridas para cada uno de ellos. Los ancianos, dirigen la iglesia en Jerusalén; eso está en Hechos 11:13 y luego, en el capítulo 15, verso 2; versículo 6, y en el versículo 23. También en el capítulo 21 versículo 18, vemos diferentes referencias que encontrará en la descripción del vídeo. Pablo y Bernabé, tenían ancianos nombrados en cada una de las iglesias en Hechos 14:23 y en 1 Tesalonicenses 5:12, Pablo pide a sus lectores que saluden a quienes trabajan entre ellos. Entonces: ¿por qué son varios? Bueno, para que la iglesia local no esté bajo el liderazgo de un solo hombre quien tome todas las decisiones, sino que las decisiones sean tomadas por un consejo de varios ancianos. Este problema de tener a un solo hombre que toma todas las decisiones, muestra que él quiere liderar sin compartir y con demasiada frecuencia en su propio interés. Recuerdo las frases armadas de mi pastor en aquel momento: -“Soy el primero entre iguales”. Pero las decisiones no eran tomadas por todos. Eran solamente tomadas por él, y el resto tenía que alinearse. Y eso tuvo consecuencias dramáticas, especialmente cuando este pastor quiso imponer a su propio hijo como sucesor, siendo que este joven no tenía ni la vocación, ni el ministerio; y que además, unos meses más tarde el consejo de ancianos descubrió que vivía en adulterio. Entonces, decidieron despedirlo de la asociación por esa causa; pero él atacó a la asociación y ganó un juicio en contra de la iglesia por una suma muy grande de dinero; porque el adulterio no era una causa de incumplimiento de un contrato de trabajo, según los valores de este mundo. Y así, arrastró a toda la congregación a una vertiginosa caída. Cristianos dispersos y perdidos en este mundo.

Esto ilustra lo peligroso de tener a un solo anciano; a un pastor que dirige la obra del Señor por su propia voluntad. Con un consejo de ancianos privado de toda autoridad, bajo el dominio del pastor. Porque el Señor planeó que el gobierno de la iglesia fuera colegial; precisamente para proteger al rebaño de Dios de la locura de los hombres. En el capítulo 56 de Isaías; en el versículo 11 se refiere a muchos falsos pastores y dice: “Y los pastores mismos, no saben entender. Todos ellos, siguen sus propios caminos. Cada uno busca su propio provecho. Cada uno por su lado. ¡Qué tristeza!

Vemos en Jeremías, capítulo 50; versos del 6 al 7: “Ovejas perdidas fueron mi pueblo. Sus pastores las hicieron errar. Por los montes las descargaron. Anduvieron de monte en collado, y se olvidaron de sus rediles. Todos los que las hallaban, las devoraban. ¡Qué triste! Siendo que Dios siempre tuvo un plan para su pueblo, de tener pastores según su corazón. Jeremías 3:15 nos dice: “Y les daré pastores según mi corazón; que los apacienten con ciencia, y con inteligencia”. Por eso es importante instaurar un gobierno colegiado y compuesto por los cinco ministerios. La organización de la iglesia no debe ser una organización de hombres, siendo que tenemos un modelo recibido del Señor a través del apóstol Pablo. En el libro de Gálatas, en el capítulo 1 versículos 11 y 12; Pablo escribe: “Mas, os hago saber hermanos que el Evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo, ni lo recibí, ni lo aprendí de hombre alguno. Si no, por revelación de Jesucristo. Hoy, pocas personas aceptan esta revelación de Jesucristo. Sin embargo, es innegable que las escrituras siguen siendo relevantes. Cuando esta organización existe en las iglesias, no hay lugar para “súper-pastores”, ni para acontecimientos vergonzosos.

En Efesios 4:11-15, se nos dice: “Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas; a otros evangelistas, a otros pastores y maestros; a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios, a un varón perfecto; a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes llevados por doquiera de todo viento de doctrina por estratagema de hombres, que para engañar, emplean con astucia las artimañas del error. Si no que siguiendo la verdad del amor, crezcamos en todo, en aquel que es la cabeza; esto es, Cristo”. Pero ¿por qué hay diferentes ministerios en una iglesia? Hay 5 ministerios. Sería como “la mano de Dios en su iglesia”. Cuando sólo hay uno, el pastor siempre come la misma comida. Pero, cuando están presentes los cinco, encontramos que las diferentes funciones de cada ministerio tienen un rol diferente y específico, que asegura una complementariedad en todos los siervos de Dios.

En el Nuevo Testamento, no hay un “predicador estrella”. No hay un espectáculo de un solo hombre, como observamos con frecuencia actualmente. En el Nuevo Testamento, hay equipos de ministerios, que trabajan en sumisión el uno del otro. En la iglesia primitiva nadie tenía su propia iglesia solo había una iglesia: la del Señor. No había un ministerio independiente; ni una iglesia aislada. Se cuidaban mutuamente para buscar el bien común por encima del interés propio; para glorificar al Señor. El propósito de los 5 ministerios, según Efesios 4:12-24 es: “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio; para la edificación del cuerpo de Cristo. Hasta que todos lleguemos a la unidad de fe y del conocimiento del hijo de Dios, a un varón perfecto. A la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina por estratagema de hombres; que para engañar, emplean con astucia las artimañas del error; si no que siguiendo la verdad del amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza; esto es Cristo, de quien todo el cuerpo bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro; recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. Esto pues digo, y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente; teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios; por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón. Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia, para cometer con avidez; toda clase de impureza. Mas vosotros, no habéis aprendido así a Cristo. Si en verdad le habéis oído, y habéis sido por Él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojados del viejo hombre; que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovados en el espíritu de vuestra mente. Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.

¿No te parece que ésta es la solución para todos nosotros, para que alcancemos el estatuto de hombres conformes al corazón de Dios, acordes a la perfecta estatura de Cristo? No conozco ninguna otra forma diferente de hacerlo y conozco iglesias que funcionan así; y cuyas personas son personas sólidas y unidas, que trabajan como un mismo cuerpo.

En el próximo vídeo, hablaré sobre “las causas de las distorsiones en las iglesias”. ¡Te veo la próxima semana! No olvides de poner “Me gusta” o “Like”, si disfrutaste de este mensaje; y suscríbete para recibir una notificación, cuando publique la próxima enseñanza.

¡Hasta pronto!

Jean-Louis Gaillard

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